Al momento de hablar de una de las personalidades más extrovertidas y verborrágicas del mundillo se hace imposible no citar al inefable Michael Pachter. Por supuesto que este analista, con sus constantes predicciones y opiniones relacionadas con el universo de los videojuegos suele ganar algunos adeptos. Aunque, a decir verdad, suele ganarse también a un nutrido número de enemigos. Teniendo en cuenta esto último, el propio hombre de Wedbush Morgan ha salido a realizar declaraciones para defenderse a sí mismo.
En una nota otorgada a los colegas de Game Informer, Pachter sostuvo que su trabajo no consiste en hablar con los periodistas especializados en el ocio electrónico, sino en dialogar con los inversores. En tanto, aprovechó la ocasión para comentar que muchos lectores de artículos sobre videojuegos lo llegan hasta atacar personalmente, pero a ellos les diría que él no se juega nada con nada al momento de hablar, sino que en la gran mayoría de las ocasiones sólo se dedica a dar su opinión. En síntesis, lo que quiere decir con esto en definitiva es que no realiza predicciones para generar noticias para la prensa especializada, sino que su labor pasa más que nada por guiar a los inversores.
Por otra parte, acerca de su facilidad para articular diagnósticos de todo tipo ha dicho que no dice las cosas esperando que ellas se conviertan en realidad, sino que las hace porque está convencido de que en algún momento se convertirán en realidad. Igualmente, con relación a esto último se ha contradicho bastante, puesto que en un segmento de la entrevista reconoció que no cree que haya pasado una semana sin que haya manifestado una predicción equivocada. Y sí, algo sumamente entendible si se tiene en cuenta que durante el corriente 2010 ha realizado alrededor de doscientas predicciones vinculadas a la comercialización de hardware y software.
Cabe recordar que una de las últimas profecías que ha generado más controversia y opiniones encontradas en el mundillo ha sido la relacionada a la consola PlayStation Portable 2. De acuerdo al punto de vista del analista de Wedbush Morgan, literalmente, dicha máquina estaría muerta antes de nacer.