Todos sabemos que la industria del videojuego en Japón no pasa por su mejor momento. Hace un tiempo que cedió la posición de segundo mercado mundial frente al Reino Unido e, incluso, las compañías japonesas están perdiendo interés en su propio país. Por ejemplo, Capcom declaró en su momento que no era rentable crear videojuegos expresamente para el país oriental, por lo que no volvería a renacer la saga breath of fire.
Hideo Kojima, creador de la franquicia Metal Gear Solid, piensa que hay una falta de motivación clara en los diseñadores japoneses. Kojima ha comentado en su cuenta de Twitter que ha visto un documental en el que se observaba como el sistema educativo de su país está evolucionando de una forma negativa y él cree que esto repercute preocupantemente en la industria del videojuego.
El padre de Solid Snake opina que la juventud occidental está muy motivada y los nuevos diseñadores tienen una gran ambición y cuentan con la capacidad suficiente para hacer realidad sus sueños. Sin embargo, en Japón, no ocurre esto. No es un problema tecnológico ni cultural, simplemente falta motivación en los jóvenes y la población de ingenieros está en claro peligro. Por eso, lo primero que habría que revisar es la educación del país. No es de extrañar, entonces, que Kojima haya comentado en alguna ocasión que está pensando en la posibilidad de trabajar con estudios occidentales de cara a próximos proyectos.
Hideo dice estar cansado de tener que trabajar con gente que no tiene motivación ninguna, que no tiene pasión. Pone como ejemplo a algún programador de su equipo que utiliza el tiempo del almuerzo para jugar a Call of Duty, sacrificando su descanso por lo que más le gusta, los juegos. Poner el trabajo como excusa para no seguir aprendiendo y obteniendo habilidades no ayuda a crecer. Ser un gran creador depende del amor por la creación.