Una cosa está clara, Red Steel, el juego descubierto en su tiempo como el primero del que se vieron imágenes para el lanzamiento de Wii, no acabó de ser el producto que en un principio la gente se esperaba encontrar en el mercado.
Tengo gratos recuerdos de aquel juego, que sin duda marcó un antes y un después en mi manera de ver los juegos en primera persona.
Por primera vez podía alternar entre pistola y katana… Esperad un momento. ¿Realmente se podía alternar? La respuesta una vez reflexionada es un rotundo NO. Red Steel, el juego de Ubisoft, nos permitía disparar, y tan solo en momentos puntuales del juego se cambiaba automáticamente de pistola a katana, con movimientos predefinidos, y en luchas que te dejaban poca libertad de movimientos. Todos estos “defectos” que no resultaron ser lo que se esperaba de ellos han sido subsanados en esta ocasión.
Red Steel 2 es un juego que mantiene un espíritu similar a la anterior entrega, ya que busca acción directa. Pero hay que admitirlo, el cambio ha sido a mejor. No solo se ha cambiado el diseño gráfico, sino también el sistema de juego, mucho más dinámico, más jugable, y porqué no decirlo, rejugable.
Pero vayamos por partes. En materia gráfica nos encontramos ante unos gráficos estilo Cell Shading. En determinados momentos me ha recordado a lo visto en No More Heroes, el juego de Grasshopper Manufacture, que también utiliza esta estética menos realista. Diría incluso que Red Steel 2 se ve mejor en cuanto a la calidad del conjunto. Todo queda bien y le da una estética cómic al juego bastante interesante.
Se ha optado jugablemente por pulir un montón de detalles. Para empezar lo más destacable es el uso obligatorio del Wii Motion Plus. Éste nos servirá para manejar la katana de la manera más fiel posible, por lo que era más que lógico pensar que lo necesitaremos de manera obligada. Dependiendo de nuestro movimiento con el mando, así irá la espada. Podremos además alternarla con un arma de fuego mientras jugamos, por lo que en conjunto obtenemos un juego más dinámico, con más rapidez y combos que hacer, como por ejemplo disparar a alguien en las piernas y rematarle con la katana. Y podremos pasar de arma de fuego a espada simplemente dejando de apuntar con el mando y usándolo como una espada. El juego, eso sí, ha optado por no mostrar sangre, al estilo del anterior juego de la franquicia.
Por lo demás el juego nos ofrece una jugabilidad simple pero eficaz, con misiones en las que deberemos ir a cumplir con el objetivo principal, ya sea ayudar a alguien o acabar con el malo de turno… La partida se guarda de manera automática, lo cual ayuda mucho a que todo sea más fluido.
Los sonidos no son muy destacables, simplemente son correctos, con melodías fieles a lo que se ve en la historia, de estilo western con algunos toques de música oriental.
En esta ocasión a Ubisoft no se le nota el peso del tiempo de entrega limitado, que sin embargo sí tuvieron en la primera entrega, que tenía que estar listo para el lanzamiento de la consola. Esta vez se han depurado varios aspectos como debía ser. El producto es tal y como esperabamos.