Desde hace tiempo en Australia se está produciendo una encarnizada guerra en lo referente a la distribución o no de videojuegos de corte violento o sexual. Muchos políticos y diversas entidades están completamente en contra de la distribución de los títulos de estas características. Antes que advertir que su contenido es para mayores de edad directamente prefieren prohibirlos en un acto de censura descarada. Recientemente hemos recibido la noticia de que las cadenas de tiendas de videojuegos australianas están decididas a vender estos productos aunque sea bajo unas condiciones especiales.
Principalmente su lucha se centra en incluir la clasificación +18 en los títulos que lo precisen, recordemos que el distintivo aún no existe en Australia, prefieren prohibirlo antes. Otra solución es modificar la estructura de sus establecimientos de manera que se dispongan unas estanterías dedicadas a juegos +18 apartadas del resto de contenidos. Sería algo así como las películas para adultos en los videoclub. Desde luego estas soluciones son de lo más razonables.
No sólo aportan estas posibles alternativas como solución sino que afirman que la venta de este típo de títulos beneficiaría a la industria en Australia, por el aumento en el número de ventas y por el aumento de calidad en los juegos (que no llegarían censurados con respecto a su versión hermana de EEUU).
Pienso que la censura en la inmensa mayoría de casos no tiene justificación posible y, teniendo en cuenta que las cadenas de tiendas están proponiendo soluciones de lo más factible espero sinceramente que sean escuchados. Ojalá dentro de poco se levante esa absurda prohibición y los australianos (adultos) puedan disfrutar de los grandes juegos que se están perdiendo.