La alta tecnología a la que han llegado los videojuegos es tal en el presente, que hasta las organizaciones más importantes del mundo acuden a ellos para realizar sus trabajos. Un ejemplo claro de ello se está dando por estos días en el mismísimo FBI, lugar en el que utilizan los procesadores Cells para luchar no sólo contra la pornografía infantil, sino también contra el crimen informático.
Una agente especial de una división del FBI (la C3), Claude Davenport ha explicado que la potencia de proceso de la consola PlayStation 3 es ideal para darle lucha a los ataques informáticos que se dan a gran escala. Según las palabras de este efectivo, gracias a una red de sistemas PS3 pueden llegar a resolver millones de posibilidades sólo en algunos segundos. De hecho, contó que debido a la fuerza bruta que demuestra una máquina como la de Sony, pueden ingresar a los password de los detenidos sospechosos de haber cometido algún delito vía Internet.
Lo que también dejó en claro Davenport es que si bien una consola con potencia semejante podría hacer lo mismo, eso no lo consigue porque PS3 es la única que se presta para que se pueda instalar en ella Linux y ajustar allí el software que precisan. Además, reconoció que trabajar de esa forma con esa máquina les resulta más económico que acudir a los procesadores que fabrica Dell.