Si han leído mis artículos durante cierto tiempo probablemente hayan podido comprobar como siempre recomiendo la importación de juegos. Es una tontería pagar 70€ por un disco que podemos encontrar a menos de la mitad en un país vecino. En primer lugar es beneficioso para nuestro bolsillo y en segundo resulta perjudicial para la distribuidora con lo que manifestamos nuestro enfado y protesta ante la diferencia de precios. Si quieren que compremos los juegos en nuestro país que se pongan las pilas y unifiquen los precios, como debe ser.
El problema viene cuando las compañías ejercen la mano dura contra este tipo de prácticas perfectamente lícitas. Este es el caso de Ubisoft y su ya polémico Assassin’s Creed II. La versión distribuida del juego en el Reino Unido tiene un precio menor que la del resto de Europa por lo que la gente ya se estaba frotando las manos para adquirirlo a precio reducido. No obstante la compañía ha advertido que para evitar la importación dotarán a la versión UK del título únicamente con el idioma de Shakespeare, al contrario que con el resto de versiones que viene en varios idiomas.
No tengo demasiados problemas con los juegos en inglés, al igual que la gente que posee un dominio medio del idioma pero estoy seguro de que mucha gente no lo tiene o simplemente prefiere disfrutar de sus juegos en su lengua materna. Por tanto la acción tomada por Ubisoft me parece una soberana tontería que lo único que conseguirá será enfadar más aún a sus usuarios y crear desconfianza. No hay demasiada gente que importe juegos y menos que tengan problemas con el idioma pero su intento de pararlo molestará a más de uno. Para hacerme con el juego no pienso pagar el precio de mi país pero si llevan este tipo de acciones me pensaría comprarlo en cualquier otro país.