De nuevo se ha dado un paso adelante a favor de la censura en el mundo videojueguil, desgraciadamente esta vez le ha tocado a Venezuela y la medida ha sido tremendamente drástica. Siento si hay algún lector de dicha procedencia pero a partir del momento en el que entre en vigor esta ley ya aprobada no podrá acceder a ningún tipo de videojuego considerado como violento o bélico según las autoridades pertinentes. No importa que este lector sea mayor de edad, no podrá comprar ningún videojuego ni juguete bélico porque directamente no se comercializarán.
El asunto es bastante grave y ya se intuía desde el momento en el que se presentó el borrador de dicha ley. Por supuesto, las reacciones no se han hecho esperar demasiado tiempo, hay mucha gente relacionada con el sector completamente indignada. Por ejemplo, Ciro Durán, desarrollador de origen venezolano destaca el hecho de que el gobierno haya ignorado por completo los ruegos de su organización para evitar esta ley. Incluso se han propuesto sistemas como el PEGI o cualquier otro que advierta con un código muy claro el posible contenido perjudicial que puedan tener cada videojuego (violencia, sexo, drogas, lenguaje malsonante, discriminación etc).
Ni las desarrolladoras ni las distribuidoras se han pronunciado ante esta ley que entraría en vigor próximamente si no se realiza ningún recurso (que no se ha hecho por el momento). El caso es que si se dejan de comercializar juego o las compañías abandonan estos países por falta de mercado y rentabilidad los perjudicados serán los de siempre, los usuarios.
Como siempre, os comento que mi postura se sitúa en contra de la censura. Hay adultos perfectamente conscientes de la realidad que pueden jugar a juegos violentos sin que su conducta en la sociedad se vea afectada en absoluto. Otro problema distinto es que los menores accedan a contenidos inapropiados, trabajo de los padres el evitar estos inconvenientes.