Al igual que todos los cinéfilos sostienen a capa y espada que la tierra del cine por excelencia, Hollywood, está sumida en una profunda crisis de ideas, muchos aficionados a los videojuegos defienden que Japón sufre una decadencia de títulos de calidad bastante preocupante. Recientemente publicaba una noticia comentando las declaraciones de Keiji Inafume, creador de Dead Rising, el cual afirmaba de manera exagerada que la industria en Japón estaba completamente muerta. Si, es muy extremista pero es una muestra de que hay un problema.
En el artículo de hoy os ofrezco cifras concreta que con mayor o menor acierto cuantifican esta supuesta crisis en términos de porcentajes y dinero. En el primer semestre fiscal de este año (abril-septiembre) el mercado cayó un 10,5% si lo comparamos con el mismo periodo del año anterior. Se vendieron un 15,1% menos de consolas y un 7,5% menos de juegos. Esto es lógico porque las consolas de la actual generación ya llevan varios años a la venta. Estas cifras no son monstruosas pero reflejan que hay un problema, la gente no compra ni tantas consolas ni tantos juegos, ahora me río de los que afirmaban que la crisis económica no llegaría al sector de los videojuegos sin despeinarse.
No sólo hay un problema en las cifras de ventas, los propios japoneses denuncian que no hay un número decente de lanzamientos de calidad. Llegan juegos calcos unos de los otros que no aportan prácticamente nada. Por supuesto podemos señalar contadas excepciones como Dragon Quest IX o Monster Hunter cuyo éxito ha sido tan aplastante como su calidad.
Personalmente estoy seguro de que si lanzasen juegos de calidad, originales y que aporten elementos nuevos a la industria el problema se reduciría considerablemente y los números de la industria dejarían de verse en rojo para pasar a ser verdes.
¿Cual creéis que es la solución?