«Mira, detrás de ti, un mono de tres cabezas», es quizá la frase más célebre de una de las aventuras gráficas más famosas de la historia, creada en 1990.
Y la compañía que ideó tan excelente aventura gráfica no fue otra que Lucas Arts, por aquel entonces todavía bajo el nombre de Lucasfilm Games ya que el nombre se cambió en 1991, la cual es a su vez una empresa secundaria de Lucasfilm S.A.(fundada por el conocidísimo director y productor de cine George Lucas). Pero el mayor diseñador de la serie fue Ron Gilbert, quien trabajó en las dos primeras entregas de la saga antes de dejar Lucas Arts.
El juego mostraba la historia de Guybrush Threepwood, un chico que quiere ser pirata, pero para ello deberá cumplir una serie de pruebas. Todo esto le llevará a conocer y enamorarse a Elaine Marley, gobernadora de la Isla Mêleé entre otras, así como enfrentarse a LeChuck, un malvado pirata que secuestra a la gobernadora.
The Secret of Monkey Island nos mostraba infinidad de escenas cómicas y momentos de exprimirse la cabeza. Nos presentaba unos gráficos “EGA” (Enhanced Graphics Adapter) que mostraba 16 colores, para más tarde mejorarse en una versión de 256 colores (VGA) y otra en formato CD-ROM, con la consiguiente mejora a nivel sonoro.
Se utilizaba el SCUMM (siglas de “Script Creation Utility for Maniac Mansion”), un motor especializado para aventuras gráficas, y fue el quinto juego en usar dicho motor, tras Maniac Mansion, Zack McKraken and the Alien Mindbenders, Indiana Jones and the Last Crusade: The Graphic Adventure y Loom.
Tras este juego se han desarrollado otras cuatro entregas, siendo la última (Tales of Monkey Island) desarrollada por Telltale Games con la licencia de Lucas Arts.
El juego ha sido lanzado en sistemas tan dispares como Amiga, Atari ST, Mac OS, Sega Mega CD, MS-DOS, Windows, y más actualmente su versión remake lanzada en 2009 para Xbox 360 en Xbox Live Arcade, o iPhone.
Os dejo con un video de este remake del juego original, donde se puede apreciar como era antes, y como lo han mejorado en la actualidad sin perder su esencia.