Análisis de Demigod

Demigod, para PC, es una aventura que mezcla mecánicas de la estrategia en tiempo real y el rol más tradicional para narrar una historia de traiciones y guerras en un escenario entre futurista y mitológico.

De la mano de Gas Powered Games, Demigod nos da la posibilidad de comandar a alguno de los 8 semidioses y enfrentarnos en temibles enfrentamientos para conseguir el trono de Padre de Todos los Dioses, vacante tras la muerte del último soberano.

Las tropas, inspiradas en criaturas de la mitología clásica, varían en tamaño y habilidades, así podremos encontrarnos con titanes de gran fuerza física y aún mayores dimensiones, u otras criaturas que abusan de la magia y los ataques a distancia, creando diferentes acercamientos a las complejas batallas en las que nos veremos inmersos.

demigod015

En cuanto a la combinación de mecánicas de rol y estrategia, Demigod se aleja de las premisas clásicas para desarrollar una identidad propia. Nuestro héroe podrá ir destrabando nuevas habilidades a medida que consigue puntos por destruir estructuras o acabar con enemigos, aunque también cabe la posibilidad de comprar habilidades en estructuras puntuales que iremos construyendo.

La estrategia, que también es en tiempo real, no responde a las batallas lentas y repletas de menús de los juegos más representativos del género sino que se inclina por un combate más frenético, por la agilidad del usuario para disponer rápidamente sus tropas y ganar la mayor parte del terreno en el menor tiempo.

De esta manera los portales, uno de los puntos jugables más importantes en lo que a control de territorio en los mapas se refiere, requieren que movilicemos a nuestras tropas velozmente para controlarlos y utilizar sus beneficios (invocación de tropas cada cierto tiempo).

Demigod ofrece mucha acción y aventura en una serie de escenarios con un diseño exquisito, con una jugabilidad un tanto compleja al principio pero que pronto se demuestra como efectiva y adictiva. No es el mejor exponente de ninguno de los dos géneros, pero consigue mezclarlos con identidad propia y dejando un resultado aceptable.







 

Especiales