La nueva generación de consolas ha popularizado los servicios en línea, tanto para jugar con personas de todo el mundo como para crear y distribuir juegos, dando origen a algunas joyas como en el caso del reciente Trine, para Play Station Network y PC.
Estamos ante un juego de acción y plataformas que, en su apartado gráfico, respeta los lineamientos de la mayoría de los juegos de distribución digital: efectos de luces, ilusión de escenarios 3D y mecánicas de juego en 2D de acción y plataformas.
Esto es entendible debido a las restricciones de tamaño que un título para descarga debe manejar, a comparación de los juegos en formato físico. Pero no por eso hay que desmerecer las creaciones de creadores independientes, o de expertos que deciden trabajar con determinadas limitaciones e intentar crear nuevos clásicos.
Desarrollado por Frozenbyte, Trine mezcla acción y plataformas con puzzles de lógica en una ambientación de corte fantástico que recuerda a aventuras gráficas de antaño como King’s Quest.
Podremos elegir entre distintos personajes, muchos de ellos inspirados en arquetipos del género de aventura, como el caso del ladrón, el mago o el guerrero, y cada uno contará con sus propias habilidades. Trine tiene un diseño de niveles que permite ir alternando a los personajes al principio de la pantalla o en puntos determinados, cosa que tendremos que tener muy en cuenta ya que los puzzles pueden requerir determinada habilidad.
La física es uno de los aspectos más trabajaos de Trine, utilizando los efectos de “ragdoll”, o muñeco de trapo, se consiguen animaciones mucho más realistas al producirse choques con objetos o personajes.
Otra de las grandes ambiciones de Trine, cuya salida para Play Station Network y PC esta cercana, es la de posibilitar el diseño de un sistema de creación de objetos en tiempo real que permita a cada jugador combinar elementos del escenario y buscar sus propias soluciones a los puzzles.
La distribución digital y la nueva generación de consolas traen una nueva serie de herramientas y conceptos a la industria de videojuegos, que parece estar dando más lugar a las ideas sin “presupuestos exagerados” pero rebosantes de buenas ideas.