Video de Lair

Lair, título exclusivo para Play Station 3, nos permite surcar los cielos de una tierra fantástica a lomos de un dragón. Combates con criaturas tamaño familiar, extensos mapeados para surcar el cielo y un control un tanto frustrante que no termina de cuajar, el Sixaxis de PS3 será nuestro mando para controlar a nuestro propio dragón personal.

Desarrollado por la gente de Factor 5, creadores de éxitos en la franquicia Rogue Squadron de Star Wars, Lair es un buen intento, aunque malogrado en el resultado definitivo, de explorar el vuelo libre y los combates frenéticos.

La historia cuenta sobre un conflicto de gran magnitud entre las civilizaciones de Asylia y Mokai, quienes luchan por sobrevivir en una tierra arrasada por las constantes erupciones volcánicas. Nuestro personaje es Rohn, un Aslyano miembro de la orden de Caballeros Dragón que se verá envuelto en un conflicto político y repleto de intrigas, todo un marco para una aventura donde el lomo de nuestro dragón será nuestro hogar la mayor parte del tiempo.

El juego se divide en misiones, cuyos objetivos podremos realizar en el orden que gustemos, pero muchas veces distraernos demasiado implicará tener que reiniciar la pantalla. El aspecto gráfico es quizás el más inestable. Con algunos momentos en los que el juego realmente despunta, y otros en los que se notan las dificultades al programar el juego con la intrincada estructura de la Play Station 3.

Las cinemáticas y el aspecto sonoro del juego están muy bien desarrolladas, sin tornarse demasiado extensas y con una calidad que allá por 2007 justificaba el cambio generacional de las consolas.

El control es lo más flojo del juego, primero porque el Sixaxis falla en momentos clave generando frustración cuando, en una maniobra de vida o muerte, el sensor de movimiento no registra nuestro movimiento y vuelta a empezar.

De todos modos Factor 5 ha conseguido un título que podrá servir de base para otros más cuidados en algunos aspectos pero entretenidos, porque los jugadores adoran las tierras fantásticas, los dragones y montar en uno cuando realmente funciona es una experiencia más que satisfactoria.







 

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