Trauma Center: New Blood, el simulador de operaciones quirúrgicas llega a la Nintendo Wii con una tercera entrega que no hace sino seguir mejorando los singulares controles de esta serie, para todos aquellos que desearon ser cirujanos pero no les daba el pulso.
Si bien con cada nuevo título llegaban novedades, en New Blood estás vienen tanto del aspecto gráfico como en los controles. Por un lado tenemos la posibilidad de disfrutar el título en WideScreen, tablas de puntuación en línea y diálogos completamente hablados.
En el aspecto jugable destacan el mini juego de la resucitación y el modo de dos jugadores, para mayores desafíos y momentos memorables.
Atlus consigue darle un soplo de aire fresco a un concepto que había resultado innovador pero cuya segunda entrega había pecado de ser muy similar, en New Blood se conjugan una jugabilidad muy prolija, el arreglo en los desfasajes de control del segundo título y una historia atrapante, lo suficientemente enredada para generar expectación.
La historia, situada cronológicamente siete años después de los sucesos de Under the Knife 2, esta centrada en los doctores Markus Vaughn y Valerie Blaylock, ambos poseedores de ese misterio poder llamado Healing Touch.
En esta oportunidad la enfermedad de turno, o por lo menos la responsable de mayor parte de nuestros inconvenientes, es un parásito llamado Stigma.
Los personajes de las anteriores entregas de Trauma Center, Derek Stiles y Angie Thompson, hacen apariciones esporádicas y podemos utilizarlos en algunas misiones virtuales que sirven de entrenamiento, en ellas hasta podremos combatir a las dos peligrosas enfermedades, GUILT y Stigma, en un solo paciente, todo un reto.
Las dificultades del juego, Rookie, Specialist y Senior Surgeon, están muy diferenciados ya que el incremento es exponencial entre un nivel y otro, por lo cuál es recomendable practicar hasta dominar a la perfección las maniobras antes de vernos superados por las diferentes dolencias que pueblan el mundo de Trauma Center: New Blood.