Medalla de Honor: Vanguard, y con este tercer análisis ya nos alejamos un poco de los first person shooter orientados en la Segunda Guerra. Prometido.
Salido para Play Station 2 y Nintendo Wii a principios de 2007, Vanguard sigue ofreciendo la posibilidad de maniobrar nuestro paracaídas para escoger el punto de inserción a la misión, así como la posibilidad de incrementar algunas cualidades de las armas mediante el agregado de algunos objetos como miras telescópicas o mayor capacidad para la munición.
Ambas versiones presentan la misma calidad gráfica y jugable, salvo algunos implementos para el Wii Moto como la capacidad de realizar movimientos específicos para rodar por el suelo, hacer giros veloces, recargar y algunas otras funciones.
Si bien Medalla de Honor: Vanguard no es un mal título, la verdad es que las críticas de jugadores y periodistas sobre videojuegos el resultado final fue el de un título de escasas innovaciones, repetitivo y poco entretenido.
Fiel a las mecánicas de la saga, pero tras más de 9 títulos, agobiante y monótono. Y no puede decirse que Electronic Arts Los Ángeles se haya devanado los sesos para atraer al público. Muy al contrario. Vanguard ofrece la dinámica de acción desenfrenada de los otros títulos, pero falla al recaer en misiones que al poco tiempo nos dan la sensación de “yo ya hice esto antes”.
El modo multijugador vuelve a ofrecer los cumplidores modos que ya conocemos, Captura la Bandera, Rey de la Colina, Deathmatch, Team Deathmatch y Scavenger Hunt.
No se puede decir que sea un mal exponente de la saga, pero si ofrece una muestra del estancamiento y la falta de ideas para un género, que además, esta sobre explotado en las nuevas generaciones.
Mala suerte para Medalla de Honor: Vanguard, que no aspiraba a mucho y se quedo con menos aun.