Siempre solemos decir que la industria de los videojuegos es tan vasta y amplia que es normal que haya en ella conflictos de todo tipo. Uno de los que más preocupa a Dave Braben, fundador de Frontier Development (quienes se encargaron del desarrollo de The Outsider), es el de los comercios que tradicionalmente se encargan de la venta de los diversos títulos. El creador del más que exitoso y reconocido Elite no está de acuerdo en cómo actúan estos negocios y no tiene pelos en la lengua para atacarlos abiertamente.
Según las propias palabras de Braben, las tiendas en las que se venden videojuegos no les dan a los compradores una forma de distinguir entre los juegos nuevos y los de segunda mano; por lo que, de acuerdo a su pensamiento, no están haciendo otra cosa que defraudar a la industria. Además agregó que esta última sólo recibe un mínimo porcentaje de todas las ventas, lo que implica considerables pérdidas para el sistema.
Para comprobar esta realidad, el mismo Braben se acercó hasta una tienda y contó que cuando intentó comprar un juego, el empleado del lugar intentó darle una copia de segunda mano. Ante ello no dudó en afirmar que lamentablemente son muchos los comercios que se están comiendo su comida y que no pagan, como se debería, el precio completo de los productos.