Muy esperado por la comunidad videojueguil y, usando el motor que tanto éxito está cosechando, Euphoria, Day 1 Studios nos trae Fracture. Un título que, según se ha dicho, estaba destinado a cambiar el concepto de las físicas en los juegos modernos. Aspiraciones un tanto exageradas a mi parecer, veamos que ha resultado de todo este embrollo.
El cambio climático asola el mundo y EEUU ha quedado dividida en dos debido a las inundaciones. Cada uno de los dos gobiernos invierte en cosas distintas, tecnología y genética, posteriormente las tensiones llevan a una guerra abierta. Somos Jet Brody, soldado de la alianza del Atlántico, iremos enfundados en una dura armadura y portaremos el gran terraformador.
Estamos ante un shooter al más puro estilo de Gears of War, notaréis que es muy similar. La diferencia es que llevaremos un arma capaz de modificar el terreno en tiempo real. Podemos elevarlo o hundirlo, para, de esta manera, solventar los obstáculos que nos vayamos encontrando. Ha sido una idea genial, pero no está todo lo explotada que debería, sólo podemos elevar o hundir el terreno en áreas circulares y no en todo tipo de terrenos, con lo cual esta experiencia queda drásticamente limitada.
Además del terraformador llevaremos un elenco de armas bastante variado aunque no por ello original. Como curiosidad podría mencionar que hay granadas que tienen el mismo efecto que el terraformador.
La jugabilidad, que podría haber sido sobresaliente, se ve mermada por la nula inteligencia artificial de los enemigos, parecen que son retrasados o algo por el estilo. A veces realizan acciones totalmente incomprensibles, algo inaceptable. Además no hay demasiada variedad en las misiones con lo que, al final, todo se hace muy repetitivo ya que los obstáculos que hay que salvar son harto obvios. A pesar de ello hay fases en vehículos que son muy curiosas, pudiendo deformar el terreno a medida que avanzamos.
Gráficamente una de cal y otra de arena, nuestro personaje está muy bien modelado, al igual que los enemigos (que, por cierto, todos son iguales casi) pero hay texturas que parecen de la generación pasada, cosa que, a estas alturas no se puede admitir de ninguna manera. Eso sí, las modificaciones del arma están muy bien implementadas y el motor Euphoria las lleva perfectamente.
Las melodías que escucharemos son de relleno descaradamente, no destaca ninguna, son un burdo fondo. No obstante, los efectos sonoros sí están a la altura y nos ayudarán a sumergirnos en la acción.
En definitiva, es una opción curiosa, que debería haber sido explotada y que adolece de fallos gráficos y de IA importantísimos. Los que deseen experimentar con el terraformador pueden, quizás, sentirse algo decepcionados por el poco provecho que se le saca. Hay que tener cuidado con esta decisión.