Grand Theft Auto IV, un viaje a una ciudad con vida propia y lo divertido de causar destrozos en ella.
Y finalmente lo tenemos entre nosotros. GTA IV llega para demostrar porque es considerado el rey del género sandbox (mundos abiertos, acción y exploración por cuenta propia). Su cuarta entrega presenta nuevos cambios y vuelve a asentar la idea de que su desarrolladora, Rockstar Games, sabe crear más que polémica con sus juegos.
Gracias al trabajo del poderoso engine Euphoria; la ciudad y los personajes que por ella pululan son total y completamente diferentes entre sí. La física, la inteligencia artificial, todo se articula de una manera espectacular que hace sentir al jugador estar visitando una verdadera ciudad independiente. La cantidad de sucesos aleatorios que suceden alrededor, personas caminando, protegiéndose de la lluvia con paraguas, portafolios. Son demasiadas situaciones para nombrar, la idea es clara. La ciudad vive mientras tú realizas tus trabajos.
La historia del juego es mucho más cruda, y envolvente, que la de las anteriores entregas. Realmente en esta ocasión parece ser que la historia es el verdadero motor del juego, y no la mera destrucción y adrenalina que generan las posibilidades de acción. Con esto quiero decir que, si bien las historias de GTA anteriores no eran malas, la verdad es que sus guiones bebían de joyas de las películas de gangsters para presentar a personajes secundarios de escaso objetivo, salvo agregar humor y misiones al desarrollo.
En GTA IV tenemos mucho más que ello. Una exploración sobre la interioridad de un personaje violento y marcado por la desgracia, Niko Bellic es un veterano de la guerra de Bosnia, y su persecución del sueño americano. Niko llega a Liberty City (la parodia de Nueva York creada magistralmente con decenas de callejones, millones de personas, situaciones y momentos de tensión) para escapar de su pasado, vengarse y empezar una nueva vida. Si acaso es posible.
En el apartado del gameplay podemos citar el cambio en el sistema de persecución policial. En este juego tendremos las típicas estrellas que indican el nivel de persecución pero hay un nuevo agregado. Un círculo demarca la zona en la que la policía esta buscándonos. Por lo tanto tendremos que escapar de ese rango cuando la policía no nos este viendo (las estrellas toman el color gris en esos momentos) y así podremos escapar. Si parece una ayuda, la verdad es que con helicópteros siguiendo tu rastro y la fuerza policial alerta, por más que exista esa ayuda (indispensable) será muy desafiante escapar.
El sistema de conducción y de puntería también han sido modificados para brindarle un mayor control a los jugadores. Ahora podemos escoger apuntar a diferentes partes del cuerpo del objetivo, y la física del juego es espeluznantemente real a la hora de mostrarnos una muerte. Sí, polémico. Pero entretenido. La verdad es que el juego termina atentando contra su propia historia, ya que muchas veces nos encontraremos simplemente enfrascados en tiroteos y persecuciones simplemente por la belleza gráfica del juego. Pero es necesario saber que la historia de este GTA esta muy lograda, y desaprovecharla sería una pena.
Los elementos básicos del GTA están de vuelta, a por ellos. Autos, secuencias dignas de una película de Gangsters que reúne a Al Pacino y a De Niro nuevamente bajo la dirección de Coppola o de Mann. Imáginate un “Fuego contra Fuego” (Heat) mezclado con el Padrino, y vos en el papel principal. Un juego indispensable que ya llegó a Xbox 360 y Play Station 3.