Allá por mediados de mayo pasado estaba dando una especie de adelanto de Flatout Ultimate Carnage, pero hoy, luego de que saliera al mercado hace algo más de un mes, ya me animo a realizar un pequeño análisis sobre el mismo. Aunque antes de meternos de lleno en eso vale la pena recordar que se trata de un título desarrollado por los muchachos de Bearbug Entertainment y que se puede disfrutar a través de la plataforma Xbox 360.
En este producto distribuido por Atari, con típicas características arcade, lo más interesante sin duda pasa por su alta cuota de realismo y por la innumerable cantidad de maniobras que podemos realizar con nuestro auto. Entre sus modos, los dos que sobresalen son el Carnage y el Flatout. En el primero de ellos la figura principal pasa a ser el piloto, quien debe ser capaz de hacer cualquier cosa con tal de lograr el objetivo planteado. En tanto que el segundo es más bien similar a los que en otros juegos se conoce como carrera, o sea que tendremos cierta cantidad de plata que debemos gastar (o más bien invertir) en los coches, pero eso no será todo sino que además se deberá triunfar en las distintas competencias.
Su aspecto técnico se destaca por ser sencillamente extraordinario y sumamente completo, ya que a los muy buenos efectos de luz, al cuidado diseño de los escenarios y a las trabajadas texturas, se le agregan objetos dinámicos que culminan un apartado visual para no perderse.