Lo que muchos especialistas consideran la feria más importante y más grande del mundo en el rubro tecnología abrió sus puertas ayer. Se trata de la edición 2012 de la reconocida CES, la cual tiene nuevamente lugar en Las Vegas, Estados Unidos. Tal como ocurre todos los años, a ella asisten las principales compañías del mundillo que nos reúne a diario. Por caso, Microsoft ya realizó su conferencia, la cual aprovechó para dar a conocer que hasta el momento vendieron 66 millones de Xbox 360 a lo largo y ancho del planeta.
En tanto, también en la exposición, los representantes de la firma indicaron que en lo que respecta a las cuentas de usuario para la sobremesa, la suma superó las cuarenta millones. Pero, lamentablemente, no alcanzaron a especificar cuántas de ellas corresponden a Xbox Live Gold y cuántas pertenecen a Xbox Live Silver. Claro, vale la pena remarcar que la primera de ellas cuenta con una modalidad paga, mientras que la segunda es gratuita. A su vez, la gente de Redmond también tuvo tiempo para hacer referencia a su periférico. Con relación a ello informaron que su sistema por control de movimientos lleva alrededor de 18 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento. Ya que mencionamos a Kinect, se ha confirmado en el transcurso de las últimas horas que a partir del primer día de febrero próximo se encontrará disponible para PC en Norteamérica.
Tal vez, como todo número, las cifras antes citadas parezcan frías. Pero hay que abordarlas y considerarlas teniendo en cuenta el año último. De hecho, estos nuevos datos no hacen más que confirmar y reflejar un incremento importante con relación a los resultados de 2011. En el mismo evento del año último, Microsoft sostenía que se habían comercializado cincuenta millones de Xbox 360, ocho millones y medio de Kinect y las cuentas de Xbox Live rondaban los treinta millones. A pesar de ello, hay quienes no están demasiado de acuerdo con las iniciativas de los de Redmond. Tal es el caso de David Cole, analista de DFC Intelligence, quien sostuvo que la sobremesa de la compañía sacrifica exclusivas por contenidos de entretenimiento.