El presidente de los Estados Unidos, el señor Barack Obama, ha sido fuente de polémicas desde mucho antes de llegar al despacho Oval. Todas sus declaraciones y apariciones públicas eran analizadas con minuciosa rigurosidad para después emitirse una valoración en centenares de medios de todo el mundo. En este caso, el presidente estadounidense, ha emitido un juicio sobre los videojuegos, quizás algo duro y cuyo acierto discutirmos más adelante.
El señor Obama estaba ofreciendo un discurso a graduados de la Universidad de Hampton recientemente cuando ha dejado caer la siguiente perla. Las consolas, según su persona, convierten la información en diversión y por eso distraen de la educación. Lo mismo ocurría con blogs, dispositivos móviles (iPhone, iPad etc) o incluso canales de noticias informativas. Al parecer su carácter ocioso, de entretenimiento impide que la información nos llegue correctamente y podamos desarrollarnos como deberíamos.
Sobra decir que me parece una soberana tontería lo que ha dicho este señor por muy presidete que sea. En primer lugar está confundiendo dos cosas muy distintas. Tenemos por un lado los videojuegos consoleros que, normalmente están indicados para divertirse sin más y por el otro las noticias, para informarnos de lo que ocurre cada día. No obstante, muchos juegos nos aportan información útil sin darnos cuenta. Muchos títulos de estrategia o roleros nos hablan de culturas de otras regiones o épocas, eventos históricos y datos parecidos.
Por no hablar de los juegos creados para ser educativos. Recientemente escuché una conferencia en formato podcast del I Congreso Internacional de Videojuegos en la Universidad Complutense de Madrid que hablaba sobre este tema. El ponente decía que para que un juego fuera educativo la diversión debía superar a la enseñanza, vamos, que aprendes sin darte cuenta.
Déjenme poner en duda el conocimiento que tiene el señor Obama del tema.