Análisis de Damnation

Damnation llego a PC, PS3 y Xbox 360 con varios retrasos e ideas que finalmente no cuajaban. Comenzó a desarrollarse en 2004, luego de ganar el segundo lugar en un torneo de escenarios creados para el Unreal Tournament 2004, y varias compañías se interesaron en crear un juego basado en sus premisas, pero los constantes retrasos le jugaron en contra.

Con un motor gráfico y planteamientos jugables que hacia 2009 ya no resultaban tan atractivos, Damnation no consiguió convertirse en el juego de acción que todos esperaban. Aunque tiene algunos puntos rescatables, el resultado en general no es tan bueno.

En un escenario steampunk, esa mezcla de ciencia ficción y etapas históricas donde la energía del vapor es el personaje principal, Damnation cuenta una historia de vaqueros. Estamos en un Siglo XX alternativo, y la Guerra Civil Americana acaba de terminar. El magnate Prescott esta decidido a hacerse con el control de Nueva América gracias a unos seres mecánicos que recuerdan mucho al diseño de los Terminators, con ese planteamiento, será el rebelde Hamilton Rourke y la Resistencia los encargados de defender a la humanidad.

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El juego está lleno de clichés, como un científico loco con una hija cyborg ¿?, o un latino en busca de venganza ¿?, por lo cuál pronto hará que nos sintamos totalmente desubicados tratando de seguir la línea argumental de la historia.

A nivel jugabilidad, en Damnation encontraremos algunos elementos clásicos de los juegos de plataformas, con grandes espacios para saltos, maniobras espectaculares y puzzles, y otros de la acción más directa al estilo Gears of War.

Una de las grandes críticas al juego fue la ausencia de indicadores de posición. Los escenarios son vastos y hasta podríamos decir que repetitivos, aunque la ambientación steampunk ayuda un poco a disminuir el hastío. Sin un mapa, ni flechas que nos indican hacia donde esta el norte, transitar por las calles de Damnation pronto se tornará en una acción frustrante. Podría haber sido mucho mejor.







 

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