Video de Postal III: Catarsis

Cinco años después de su segunda entrega, Postal III ya comienza a dar señales de vida en sus dos versiones: una para PC y otra para Xbox 360. Este tercer título conserva todo lo que ha popularizado a la desarrolladora Running with Scissors y lo eleva a cotas impensables, humor ácido, violencia y situaciones bizarras.

Postal III: Catarsis cuenta con un apartado gráfico bastante mejorado, utilizando el Valve’s Source para crear un entorno en tres dimensiones que se adecua muy bien a los requisitos de nuestro personaje, The Postal Dude, quién recorrerá diferentes porciones de mapeado haciendo destrozos.

Además, los desarrolladores de Running with Scissors han anunciado que este entorno gráfico les ha resultado más amigable a la hora de crear un modo multijugador, algo que no puede faltar en los juegos de acción en tercera persona, según su concepción, y que puede aprovecharse al máximo gracias al Xbox 360 y su sistema Live!

Nuevamente nos encontramos ante un título con una gran variedad de armas, pero además en esta nueva entrega la interacción con el escenario ha crecido exponencialmente y todas las armas pueden tener una utilidad real. Sí antes la gasolina y los fósforos eran puro entretenimiento con amigos, ahora podemos rociar vehículos u objetos y hacer un verdadero festín de piromaniaco.

De más esta nombrar algunas armas muy bizarras como el perro con explosivos o el mono robot, elementos que podremos utilizar de manera táctica para acabar con nuestros enemigos.

Postal III: Catarsis utiliza un sistema de misiones mucho más lineales, algo que nos obliga a tomar acciones violentas, cosa que se podía evitar en la segunda entrega siendo posible no recurrir a la extrema violencia, que por otro lado convertía en verdaderamente entretenido y justificado al título.

Con un sistema multijugador muy cuidado, la posibilidad de jugar con otros 15 oponentes hace de Postal III uno de los juegos de acción en tercera persona más interesantes del momento, acción sinsentido, muchas armas, humor sarcástico y pura polémica.







 

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