Cuando un juego ha sido esperado por tanto tiempo, cuando internet ha sido realmente una fuente de información rica y directa sobre un lanzamiento, cuando la marca Nintendo está detrás de todo esto, es muy difícil no contagiarse de las ansias que un título puede provocar en el inconsciente colectivo de los videojugadores. “Super Smash Bros Brawl” (y simplemente “Brawl” desde ahora para ahorrar texto) es un juego que provoca todo esto y muchísimo más.
Comenzaré por la comparación lógica que se preguntarán muchas personas: ¿Es Brawl mejor que su antecesor “Melee” para Gamecube? Probablemente los más puristas tengan opiniones encontradas, pero si consideramos el juego como un total, es imposible no afirmar que es ampliamente superior a su anterior entrega. Comenzando por la prácticamente inagotable cantidad de opciones que tiene para divertirse las cuales van desde el obligado modo multijugador (el cual está completamente rediseñado para hacerlo más ameno al usuario) hasta cosas tan simples como la enciclopedia (que va en forma de pegatinas o “stickers”, además de trofeos) que sirve para aprender un poco de los infinitos guiños que existen a los videojuegos antiguos en los que está basado (o simplemente considerado) esta entrega. Si a ello sumamos la inclusión del modo online, el excelente modo historia o “Emisario Sub Espacial” y la enorme cantidad de personajes y escenarios (complementados con una banda sonora espectacular) habría que ser muy drástico para tratar a este juego de inferior respecto a Melee.
La base del juego (el multijugador) es tremendamente entretenida. Ya sea entre dos, tres o cuatro personas, el juego mantiene todo el frenesí de sus antecesores con aun más opciones como el debutante “Final Smash”, un poder que puede ser ejecutado después de obtener una esfera especial y que causa una cantidad de daño considerable a quien sea la victima (o victimas) de el. Cada personaje posee su propio y único “Final Smash” que, dependiendo del ejecutor, puede abarcar solo a un personaje o a la pantalla completa. Es necesario destacar que hay poderes más destructivos o dañinos que otros lo cual pudiera generar personajes menos balanceados que otros, pero nada que arruine la diversión final del juego (en realidad esto lo comento solo para quienes gustan participar de torneos o reuniones donde la competencia es más importante que la diversión misma). Ya sea jueguen en un escenario plano sin ítems o en un lugar lleno de geografía con ítems saliendo en cada instante, el modo multijugador resulta igual de entretenido y convierte al juego en una adquisición obligada para el amante de las reuniones de amigos.
Ahora bien: un gran y excelente agregado de esta entrega es el modo de un jugador llamado “Emisario Sub Espacial”. Una aventura gráfica que cuenta con muchísimos videos en la cual, de cuando en cuando, tendrás que elegir que personaje utilizar para superar niveles horizontales donde habrán una serie de puertas que podrás optar atravesar o simplemente buscar otra salida lo cual amplía el mapa de forma gigantesca. Realmente es el modo de un jugador que se esperaba para un juego de esta talla y reconforta a todos los que sintieron dejado de lado este aspecto en Melee. Lo mejor es que puede jugarse entre 2 personas para que tus amigos no se queden mirando. Además permite el desbloqueo de personajes, escenarios, músicas y trofeos de igual forma que en el modo multijugador, por lo que aventurarse en este modo no representa para nada una pérdida de tiempo.
En todos los demás aspectos Brawl es entretención asegurada. El modo online está muy bien logrado para lo básico que puede resultar comparado con el gigante Xbox-Live de la competencia Microsoft. Si bien tiene pequeños detalles que pudiera desilusionar a algunos (el no tener algún tipo de chat, o desconocer con quien juegas salvo si es un amigo previamente registrado), en esencia es exactamente igual que jugar en multijugador. Por supuesto tu velocidad de conexión a internet influirá en el desarrollo del juego, pero eso es algo que depende intrínsecamente de tu ancho de banda y no del título. En mi prueba personal no experimenté grandes problemas de retardo (conocido como “lag”) o similares. Tal vez uno de los mejores “plus” que tiene este modo es la capacidad de enviar a tus amigos repeticiones, fotografías y otros extras que tu mismo diseñes. Estos pueden ser a través del juego o incluso en el “dashboard” (menú principal) de la consola Wii.
Respecto al control con sus 4 opciones de mando hay que ser honestos y decir la más cómoda es utilizando un control de Gamecube, pero debo ser enfático en esto: esto se produce simplemente porque la disposición de los botones es la misma que en Melee. Las otras 3 opciones no son incómodas, solo requerirán de un par de batallas para adquirir la costumbre necesaria y no me cabe duda que cada persona es capaz de aprender a sacar el mejor provecho de su favorita.
El resto de opciones de juego (los torneos, el modo para pasar el control entre más de 4 amigos, la enciclopedia y un largo etc.) son grandes agregados que hacen de este un juego completísimo para todo fan de un juego que puede ser catalogado francamente como “de colección”. Tiene tanto por sacar, desbloquear y obtener que me atrevo a decir que lograr el 100% (del juego total, no solo del “Emisario Sub Espacial) puede tomar varios meses de juego constante. Las pistas de audio son espectaculares y muchísimas por cada escenario (uno puede elegir la frecuencia con que cada una es interpretada cuando juega), todas llenas de nostalgia del pasado o sabor del presente y futuro (un tema del próximo Metal Gear Solid 4 ligeramente camuflado en la etapa afín es un gran ejemplo de ello).
“Super Smash Bros Brawl” es una obligación para cualquier videojugador “nintendero” y porque no decirlo: también para fans de otras consolas. No se arrepentirán de su adquisición, no olvidarán las tardes de diversión con sus amigos, familiares o conocidos, no podrán despegarse del juego en línea y lo que es mejor: tendrán en sus manos y consola una fuente de información gigantesca e interactiva que fue recopilada por sus propios creadores. Un juego de 5 estrellas.