EA Sports tiene licencias de las federaciones deportivas más importantes del mundo: UFC, FIFA, NFL, NHL, PGA… Y NBA. Sí, porque, históricamente, los estudios de Electronic Arts en Canadá, encargados de las franquicias deportivas de la casa, hacían la serie de videojuegos de baloncesto más importante que existía, NBA Live. Pero esta ha desaparecido de las tiendas últimamente. ¿Dónde está?
Durante los últimos 3 años, la saga estuvo parada. A pesar de lo buena que había sido en el pasado, se le notaba ya pesada, repetitiva, falta de una frescura que la incipiente competencia, NBA 2K, evidenciaba. EA Sports necesitaba un cambio en su franquicia, y de hecho intentaron hasta cambiarle el nombre: NBA Elite 11 estuvo a punto de salir, pero no convenció el resultado.
La idea de renombrar una serie que gozaba del respeto de los fans no perduró. En 2013, EA tenía, de nuevo, preparado su juego en la casilla de salida pero, una vez más, acabó quedándose en el banquillo. Se canceló, mientras NBA 2K13 se cubría de gloria.
EA decidió centrarse en la nueva generación, preparó la edición de 2014 para Xbox One y PlayStation 4, mientras que el brillante NBA 2K14, que comentamos hace poco, se limitaba a ser versionado, con una mejora gráfica, a partir de los originales de PlayStation 3 y Xbox 360. Se podría predecir, por tanto, que NBA Live tendría una ligera ventaja sobre su competidor, pero nada más lejos de la realidad.
Porque NBA Live 2014, lanzado para PlayStation 4 y Xbox One, ha resultado ser un juego bastante malo, malo con avaricia. Tanto, que desde EA han perdido perdón explícitamente. Sean O’Brien, productor de la franquicia, ha reconocido que este no es un regreso digno para NBA Live, y ha comentado que en EA conocen las quejas de los usuarios decepcionados, y les piden perdón por el hecho de que el juego no cumpla con las expectativas que se habían hecho.
¿Qué tiene de malo NBA Live 2014? ¿Por qué se ha llevado una nota media en Metacritic de, tan solo, 48 sobre 100? Las críticas lo comparan con NBA 2K14, y determinan que no aguanta tal comparación, no parece un juego en el que se han invertido tres años de trabajo, su interface no parece de nueva generación, y el control es horrible.
Y esta es la principal queja de los fans: jugarlo es muy complicado, para aprender a controlar a los jugadores, primero hay que pasar horas y horas fallando mucho. Por suerte para EA, hoy por hoy estos tipos de errores pueden arreglarse mediante actualizaciones, así que en la empresa trabajan a tiempo completo en parches que conviertan a su juego en algo digno, a nivel jugable, y a nivel gráfico.
La IA también es absurda, los rivales nos dejarán meter las canastas que queramos, eso si el duro control lo permite. Las opciones son mucho menores que las de NBA 2K14, y la implantación del Ignite Engine, que comparte con FIFA 14, está mal hecha, ocurriendo cosas raras, como que el balón se pegue a las manos de los jugadores.
Veremos si, en el futuro, EA arregla NBA Live, pero por ahora, su juego no vale la pena. En realidad, es improbable que en la propia empresa confiara en el antes de ponerlo a la venta, pero después de tres años sin sacar rentabilidad a tanto trabajo, es obvio que ha querido, tan solo, ganar algo de dinero este año. Pero no piquéis, no compréis NBA Live 2014, compraros NBA 2K14, si os gusta el baloncesto.