Análisis de Los Cazafantasmas: El Videojuego

La desarrolladora Terminal Reality consigue, con su videojuego Los Cazafantasmas, traer de regreso a una de las sagas de ciencia ficción y humor más populares de los últimos 25 años, y el regreso es a lo grande, casi como si nunca se hubieran ido.

Además de forjar íconos cinematográficos, como el símbolo de Los Cazafantasmas y el Ecto-1, los juguetes, la serie animada y sus carismáticos personajes quedarían en la mente de muchos niños, hoy adultos, que pueden apreciar el regreso al escenario en formato de videojuego multiplataformas (PS2, PS3, PSP, Nintendo DS, Nintendo Wii, Xbox 360 y PC).

Lo primero que llamará la atención, además de una trama que respeta las premisas instauradas en las dos cintas cinematográficas, es que las voces de los personajes son las originales (tanto en inglés como en español ya que se ha buscado a los actores que doblaron la película).

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Luego, en el aspecto jugable, tenemos que aprender a dominar nuestros rayos de protones ya que cazar fantasmas no es un juego de niños y nuestros disparos errados seguramente terminarán destrozando parte del escenario, al igual que los destrozos que sucedían en las películas, otro punto a favor para el título.

Jugamos como un cazafantasmas novato, lo que nos permite interactuar con los personajes principales e ir descubriendo más detalles del universo Ghostbuster a medida que avanzamos en la trama.

La física del juego, así como los efectos de iluminación en Los Cazafantasmas: El Videojuego, transforman a esta aventura en un acercamiento respetuoso, efectista y muy entrañable.

Que exigirá tiempo para dominar en su totalidad, pero que invitará a seguir jugando gracias al sentido del humor, al cuidado en la representación de personajes y escenarios (con animaciones fluidas), y jugando claro con la nostalgia de quiénes antaño disfrutaron con esta obra maestra del humor y la ciencia ficción.







 

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