Guía de MediEvil

MediEvilFASE 1 – LA CRIPTA DE DANI

Esto no es exactamente un nivel, sino más bien un «escenario de entrenamiento» en el que aprenderás el sistema de control y la mecánica de juego de Medievil. No hay enemigos, pero no podrás salir de la Cripta hasta que no hayas encontrado la Runa Estrella que abre la puerta (y que está en el pasillo de la izquierda). Antes de irte, acércate a las gárgolas y pulsa X: comprobarás que empiezan a hablar. Acostúmbrate, porque hay cientos de gárgolas a lo largo del juego, y casi todas tienen algo importante que decir a Sir Fortesque.

En la pared de la derecha (opuesta al pasillo en el que está la Runa) hay un bloque de piedra con una textura más clara que la de los demás: es una puerta secreta. Ahora no puedes entrar, tendrás que regresar a este escenario cuando hayas aprendido a embestir: avanzando hacia el objeto, corriendo, y pulsando Triángulo varias veces. Dentro encontrarás oro y una botella de vida. Lo que sí puedes recoger ahora es la Espada que has visto al principio junto a Fortesque, el Escudo de Cobre y la bolsa de oro que hay al final del pasillo de la Runa Estrella, la carga de cien Dagas arrojadizas que se encuentra justo a la derecha de la salida y la Botella de Vida que hay a la izquierda. El oro es tu poder adquisitivo, y lo necesitarás para comprar algunas armas: Dagas, Flechas, Lanzas… Todo lo que «se gasta» se puede recargar gracias a las gárgolas dispensadoras, las que no hablan. Las Dagas arrojadizas se lanzan de una en una con X y, si mantienes pulsado Cuadrado dos o tres segundos y lo sueltas después, lanzas tres Dagas al mismo tiempo. Casi todas las armas de Medievil tienen un «ataque de poder» (manteniendo pulsado Cuadrado unos segundos). Recuérdalo cuando te enfrentes con los jefes. Cada vez que recojas un arma, la nueva sustituirá a la anterior, así que, si quieres volver a utilizar la que tenías, tendrás que entrar en el menú de armas y seleccionarla de nuevo: pulsa Select y muévete por el menú de armas de izquierda a derecha hasta dar con la que necesites. Ahora sólo tendrás una Espada, las Dagas que acabas de recoger y el brazo desmontable de Dani. Vuelve a seleccionar la espada y abandona el nivel.

Para salir, sólo has de colocar la Runa Estrella en la mano que hay junto a la puerta del fondo (basta con que acerques a Dani a esta mana, él colocará la Runa de manera automática) y subir las escaleras que hay tras la verja que se acaba de abrir. Reconocerás todas las salidas de nivel de Medievil por la nubecilla de polvo mágico verde que las rodea.

FASE 2 – EL CEMENTERIO

Bienvenido al primer nivel propiamente dicho. Estás a punto de entrar en el cementerio de Gallowmere. Los muertos han cobrado vida (como tú), y tienen órdenes expresas de acabar contigo. Buen principio, ¿eh?.

Entra en el cementerio y sigue el camino de tierra hasta encontrar un libro que te da la bienvenida (para leer los libros tienes que colocarte frente a ellos y pulsar X, como para hablar con las gárgolas). Continúa por el camino hasta llegar a una colina pequeña. Unos zombis de poca monta salen de la tierra. Elimínalos, sigue el camino hasta otra colina más grande y bordéala por la derecha hasta dar con una Runa Tierra. Ve hacia el fondo y acaba con los dos zombis que intentarán cerrarte el paso. Ahora verás unas escaleras que conducen a una puerta. Para abrirla necesitas una Runa Caos, así que todavía no puedes entrar.

A la izquierda hay una Fuente de Vida (una especie de fuego verde). Para recargar tu nivel de energía debes situarte justo encima hasta que la llama sanadora se extinga o se llenen tus botellas de vida. Justa a la izquierda de la Fuente de Vida hay una verja cerrada y una mano: coloca en ella la Runa Tierra que encontraste antes para abrir las angarillas y entra. Mata a los malos y toma la Runa caos (también hay algo de oro). Ahora ya podrás traspasar la puerta que viste antes al final de las escaleras. La doble hoja de madera se abre y ves ante ti un pasillo lleno de zombis. Liquídalos con tu espada y avanza hasta dar con una estatua en forma de ángel con las alas abiertas. Hay tres rutas posibles alrededor de la estatua (sin contar la que has utilizado para llegar hasta allí); una abierta delante, una cerrada a la izquierda y otra cerrada a la derecha. Para continuar debes ir por la de delante o por la izquierda (las dos te llevan al mismo sitio), y para recoger el Cáliz de las Almas tienes que entrar por la derecha.

Todavía no has llenado el Cáliz de las Almas, así que no tiene sentido que intentes entrar. Continúa por una de las otras dos rutas (mejor si es por la que está cerrada). Deberás tener en cuenta que la estatua es un dispositivo de apertura de todas las angarillas. Si la golpeas una vez, girará 90 grados sobre si misma y se abrirá la verja del Cáliz; y si la golpeas dos veces más, se abrirá la puerta que hay al final del camino de la izquierda.

No atices más golpes, ve por ahí. Por el otro camino (el que estaba abierto desde el principio) pasas de largo un enorme portal que no puedes traspasar y que conduce al mundo de los vivos. Para abrirlo necesitas la Llave Calavera, y la conseguirás cuando acabes con el Demonio de Cristal en otro nivel. Eso quiere decir que tendrás que regresar a este escenario dentro de algún tiempo.

Por ahora, olvídate de ese portal y ocúpate de completar este nivel. Al final del camino de la izquierda de la estatua del ángel tendrás la puerta ya abierta y algunos zombis: mátalos, sigue andando, recoge la botella de vida, continúa hasta bajar a un nivel inferior del suelo (ahora tendrás a la izquierda un sitio más alto en el que hay oro y una gárgola dispensadora, pero en cuanto toques el tesoro aparecerán un montón de zombis, cuidado), mata a los malos que correrán como posesos hacia ti, bordea la roca circular de más adelante por el lado izquierdo, sube a la roca siguiente para recargar tu energía en otra Fuente de Vida, baja y ve hacia el fondo. ¿Ves la salida? Es la puerta con una nube de lucecitas verdes. Está al otro lado de un río desbordado. Bajo el agua, aunque apenas se ve, hay un puente de madera. Tienes que vadear el río pasando por este puente, o de lo contrario, Sir Daniel se ahogará.

No te marches todavia. A estas alturas, el Cáliz de las Almas debe estar rebosante, ¿no? Cuando se haya llenado al 100% y sea del todo sólido, aparecerá un mensaje en la pantalla: «El Cáliz de las Almas te espera». Si ha salido ya este mensaje, ve a recogerlo (ya sabes, a la derecha del ángel, golpea dos veces la estatua para abrir la verja); y si no ha aparecido todavía, es que tienes que matar más malos: seguro que hay un montón todavía. Mata hasta que el mensaje del Cáliz aparezca; recoge la jugosa copa y, ahora sí, sal del nivel (ya has visto la salida, al otro lado del puente hundido).

GALERÍA DE LOS HÉROES
Si has recogido el Cáliz de las Almas antes de dejar el nivel, al cruzar la salida te encontrarás por primera vez en la Galería de los Héroes. Accederás a este escenario cada vez que recojas un Cáliz de las Almas, y cada vez que lo hagas tendrás ocasión de hablar con alguna de las viejas glorias de Gallowmere. La Galería de los Héroes es una especie de santuario con las estatuas de todos los grandes guerreros de Gallowmere, quienes sucumbieron ante las huestes de Zarok en las grandes batallas del pasado. En cada una de tus visitas a la galería podrás charlar con una o varias estatuas (las que tengan una baldosa iluminada de color verde justo delante). Ellas te ofrecerán regalos, y tú tendrás que decidir si los aceptas o no. En esta primera ocasión, la única estatua que se dignará a hablar contigo será la de Puntería Tim, un antiguo compañero de batalla. Te ofrecerá un Arco mágico, con 150 Flechas capaces de rebotar en las paredes. Tómalo. Observarás que no puedes subir al segundo piso de la Galería porque las escaleras que llevan hasta él no tienen cuerpo (son un espejismo). Sólo podrás subir a hablar con las estatuas de los más grandes guerreros (los de arriba) cuando hayas rendido homenaje a todos los del piso inferior. Entonces, las escalinatas se solidificarán. Pero para eso queda un buen rato.

Ahora, después de recoger el Arco de Puntería Jim, vuelve al centro de la estancia en la que te encontrabas al principio. Aparecerá un mensaje en pantalla: «¿Salir de la Galería de los Héroes?» Contesta que si para acceder de nuevo al mapa, guarda la partida con Cuadrado y, por fin, entra en el siguiente nivel.

FASE 3 – LA COLINA DEL CEMENTERIO

El nivel comienza con un travelling que recorre todo el escenario, desde el principio (donde está tu fiel amigo, Fortesque) hasta el umbral del mausoleo, en lo más alto de la colina del cementerio. Allí aparece Zarok, amenazador, que conjura un hechizo para que las dos estatuas que guardan la puerta del mausoleo cobren vida. Ambos monstruos comienzan a vomitar gigantescas bolas de piedra, que ruedan sendero abajo hasta donde termina la colina. Zarok se va…

Bueno, regresamos al juego. Camina un poco y llegarás a un espacio abierto desde el que se accede a dos zonas distintas: la de la derecha conduce a un área secreta taponada por una roca que todavía no puedes destruir; la de la izquierda está libre de obstáculos, sólo contiene algunos zombis. Ve por ahí.

Verás un charco de lava, que es donde caen y se destruyen las piedras rodantes que están lanzando los monstruos desde la cima de la colina. Más allá del charco de magma hay otra sección taponada por tres rocas. Dentro hay una porra de madera enorme (más tarde iremos a buscarla).

Busca cerca del charco de lava una ampolla de energía (está un poco escondida). Hay también un baúl con una calavera pintada; estos baúles, al romperse, liberan una especie de bomba que mata a todos los malos que hay alrededor. Después de eliminar a todos los zombis y, cuando te canses de explorar, verás que no tienes más remedio que enfrentarte a las rocas que descienden por el sendero de la montaña. Tienes que llegar a lo más alto de la colina. Las piedras ruedan por un sendero serpenteante, pero a mitad de cada tramo hay escalones que te permiten acortar distancias. Avanza saltando las rocas y usa todos los atajos con escalones para llegar a la cima cuanto antes. Hay algunos cofres de oro en las zonas más peliagudas, pero no te arriesgues a recogerlos mientras estén cayendo las rocas. De momento, limítate a escalar hasta lo más alto. Es casi imposible llegar a la cima sin pegarte un par de tortazos con las rocas, pero no morirás en el intento, aunque por si acaso, usa el escudo (pulsando Triángulo). Al llegar arriba, las estatuas comprenderán que han fallado a su amo Zarok y se autodestruirán. Ahora tendrás todo el escenario para ti solo, sin piedras y con muy pocos zombis. Ante ti, la puerta abierta del mausoleo, con su correspondiente nubecilla verde de final de nivel, y a tu alrededor, todo un mundo de posibilidades exploratorias. Baja por el sendero y, esta vez si, recoge todo el oro que hay a lo largo del camino y el escudo de cobre de uno de los cofres. Antes del final, desde el penúltimo tramo, puedes saltar a la zona taponada por rocas que viste antes. La reconocerás porque ante él, en el suelo, verás el mosaico de un dragón y porque hay dos zombis con chaqueta roja que corren sin rumbo (puedes usar la cámara libre, con L1 y R1 pulsados a la vez, para otear el escenario desde lo alto). Salta desde el sendero, mata a los zombis y abre el cofre. Allí encontrarás una porra de madera. Comprobarás que ya no puedes salir por donde has entrado porque está demasiado alto, así que no tendrás más remedio que destruir las rocas que taponan la entrada a esta área con tu nueva adquisición. Con tal que rompas una roca será suficiente (la porra se desgasta). Sal, cambia de arma para matar a los zombis que te encuentres, ve a la sección en la que se encontraba la entrada a un área secreta (a la derecha del punto desde el que empezaste el nivel, donde hay una hoguera); mata a los malos que se crucen en tu camino y usa la porra, otra vez, para pulverizar la roca que hay en la pared. Entra. Te encontrarás en una estancia fría y lúgubre con una gárgola. La pobre está muy triste, y te contará su vida si decides hablar con ella. A su lado hay una puerta abierta que da a un vestíbulo con algunos malos. Mátalos. Unas escaleras conducen a otra sección (a la izquierda) y una puerta medio escondida y totalmente obstruida al fondo a la derecha conduce a una pequeña biblioteca.

Si entras en la sala superior (la de las escaleras) verás que hay una habitación de base circular con seis puertas clausuradas por verjas. Tras las verjas hay malos, y el Cáliz de las Almas.

En el centro de la estancia hay una especie de altar con paja. Bien. Sal y ve al fondo a la derecha de la estancia anterior, donde está la puerta obstruida. Atízale un par de golpes con la porra y entra en la biblioteca. Hay un atril con un libro abierto. Léelo. Dice algo sobre aquelarres, brujería y esas cosas, ¿no? En el centro de la biblioteca hay una hoguera. Si golpeas la hoguera con la porra, ésta se prenderá. No arderá durante mucho rato, así que date prisa: sal, vuelve a la estancia de las seis celdas y prende la paja del altar del centro. Las verjas se abren y de repente te ves rodeado de malos. Sobrevive, recoge los ítems, el Cáliz de las Almas (si ya lo has solidificado del todo) y el Talismán de las Brujas (lo utilizarás más adelante). Ahora ya puedes salir del nivel. La salida sigue estando en lo más alto de la colina, es la puerta del mausoleo. Repón tu energía con la Fuente de Vida que hay a su lado y sal.

GALERÍA DE LOS HÉROES
Es posible que, cuando entraste la otra vez en la Galería de los Héroes, no te apeteciese hablar con la gárgola que hay justo al principio. A veces te dirá cosas interesantes, como en esta segunda ocasión: «…sólo cuando la estatua de tu yo malvado se solidifique podrás subir al segundo piso de la galería donde los verdaderos héroes descansan». Y es que en el piso inferior de la Galería también hay una estatua de Sir Daniel Fortesque, pero es un espejismo, como las escaleras. Cada que entras en la Galería, tu estatua se hace más visible, se va solidificando poco a poco con cada una de tus visitas, y podrás hablar con la parte mala de tu propio yo cuando hayas rendido homenaje al resto de los héroes de la planta baja del santuario. Sin embargo, tampoco esta vez tendrás mucha suerte en la Galería, y de nuevo te tocará conformarte con cruzar un par de palabras con Puntería Tim, que en esta ocasión te regalará una botella de vida.



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